México busca reforzar la vigilancia a las importaciones de acero y aluminio
En los últimos meses, las autoridades en México han fortalecido el marco legal del comercio exterior para tener un mayor control de las mercancías que ingresan al país, a fin de proteger a los productores nacionales y evitar la triangulación de bienes, aprovechando el beneficio arancelario del T-MEC. Tal es el caso del acero y el aluminio.
En este contexto, en noviembre de 2025, la Secretaría de Economía (SE) presentó dos anteproyectos en el portal de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), a fin de modificar el diverso por el que emite las reglas y criterios de carácter general en materia de comercio exterior. El propósito es reforzar el esquema de Avisos Automáticos de Importación de Productos Siderúrgicos (AAIPS) y cerrar espacios de evasión en las operaciones de ambos metales.
De acuerdo con los documentos, actualmente el mercado global del acero enfrenta una sobreoferta, prácticas desleales y triangulación de mercancías. Estas condiciones han motivado a diversos países a endurecer sus mecanismos de vigilancia, y México busca alinearse con esas acciones para proteger su industria y garantizar operaciones más transparentes.
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Fortalecimiento del esquema de importaciones siderúrgicas
Es importante señalar que la dependencia no propone la creación de un nuevo sistema, sino que endurece el funcionamiento del AAIPS y los permisos asociados a los productos siderúrgicos para:
Identificar con mayor precisión y eficacia el origen real del acero.
Prevenir el uso de documentación apócrifa.
Contar con herramientas concretas para suspender o cancelar beneficios cuando se detecten irregularidades.
Entre los cambios más relevantes destaca la ampliación del contenido obligatorio de los certificados de molino o de calidad, así como la exigencia de elementos de autenticidad, como firmas autógrafas y medios de verificación electrónica.
Además, se busca garantizar una estricta alineación entre la información capturada en la Ventanilla Digital (VUCEM), el catálogo de molinos y la documentación técnica que las empresas presentan en sus trámites.
La propuesta también refuerza las causales de suspensión y cancelación de permisos, avisos automáticos y registros vinculados al acero.
Se detallan supuestos específicos, como el uso de documentos falsos, las incongruencias entre lo declarado y las condiciones reales de las plantas productivas o el incumplimiento de requisitos sectoriales.
Estas disposiciones permitirán retirar autorizaciones e incluso impedir que los mismos importadores accedan nuevamente a estos mecanismos en caso de incumplimiento.
Otro aspecto importante es la actualización de las reglas operativas y anexos relacionados con el Registro de Importadores de Productos Siderúrgicos.
Esto incluye los procedimientos de inscripción y actualización, la forma en que se tramitan los avisos y permisos mediante la Ventanilla Digital, y la publicación de listados en el Sistema Nacional de Información de Comercio Exterior (SNICE).
Con ello, la Secretaría busca hacer más ágil y transparente la consulta de información por parte de las empresas.
En conjunto, estas medidas representan un cambio de fondo: el sistema pasaría de ser predominantemente declarativo a uno con mayor trazabilidad técnica del acero, respaldado por instrumentos normativos más sólidos y verificables.
Para las empresas importadoras, esto implica revisar a detalle sus certificados, la información registrada en sus trámites electrónicos y el cumplimiento de las nuevas condiciones para evitar suspensiones o cancelaciones de sus operaciones.
Inclusión de productos de aluminio al esquema de vigilancia
Además del fortalecimiento de la vigilancia siderúrgica, la Secretaría de Economía propone ampliar el alcance del AAIPS para incluir 42 fracciones arancelarias de productos de aluminio.
Esta iniciativa forma parte del otro anteproyecto y busca aplicar un nivel de control similar al que actualmente se exige al acero.
El objetivo de esta medida es robustecer la trazabilidad del aluminio importado, prevenir la triangulación de mercancías y evitar el uso de documentos falsos o inconsistentes.
Según la dependencia, el aluminio, al igual que el acero, enfrenta presiones internacionales derivadas de la sobreoferta y la competencia desleal, por lo que requiere mecanismos de control equivalentes.
El nuevo esquema contempla la coordinación de distintas plataformas y registros. La VUCEM continuará siendo el medio principal para la gestión electrónica de los permisos, mientras que el SNICE permitirá consultar los listados actualizados de productos y empresas registradas, garantizando así un proceso más transparente.
A su vez, el Registro de Importadores será actualizado para incorporar las fracciones arancelarias de aluminio y los requisitos específicos para su importación.
De aprobarse la propuesta, las empresas importadoras deberán prestar especial atención a la autenticidad y consistencia de su documentación, así como a la correspondencia entre los datos declarados y los documentos técnicos que los respalden.
Un paso hacia una trazabilidad más sólida
En resumen, la Secretaría de Economía busca transitar hacia un sistema de vigilancia más técnico, preciso y transparente para las importaciones de acero y aluminio.
Las modificaciones al AAIPS no solo pretenden agilizar los procedimientos y aumentar la claridad regulatoria, sino también proteger la competitividad de los productores nacionales frente a la competencia desleal derivada de la triangulación o del uso de documentos falsos.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el Aviso Automático de Importación de Productos Siderúrgicos (AAIPS)?
Es un mecanismo que permite a la Secretaría de Economía controlar y monitorear las importaciones de productos de acero, garantizando su legalidad y origen.
¿Qué propone el nuevo anteproyecto?
La propuesta endurece los requisitos de autenticidad de los documentos, amplía la información obligatoria en los certificados y actualiza las reglas operativas del registro de importadores.
¿Por qué se quiere incluir el aluminio en este esquema?
Porque enfrenta problemáticas similares a las del acero, como la triangulación y las prácticas desleales, lo que hace necesario reforzar su trazabilidad.
¿Qué cambios afectan directamente a las empresas importadoras?
Las compañías deberán verificar sus certificados, revisar la congruencia de su información y cumplir con los nuevos requisitos para evitar suspensiones.
¿Qué beneficios traerán estas modificaciones?
Una mayor transparencia, mejores controles técnicos y una competencia más justa para los productores nacionales.
¿En qué etapa se encuentra la propuesta?
El anteproyecto fue publicado en el portal de la Conamer y se encuentra en proceso de análisis antes de su publicación definitiva en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Fuente: Conamer.
