Desafíos y perspectivas del Sistema Aduanero Mexicano
El sistema aduanero mexicano enfrenta desafíos ante cambios normativos y políticas comerciales internacionales.
Eduardo Reyes Díaz-Leal, socio director de GBI Trade & Law, expuso un panorama sobre el Sistema Aduanero Mexicano (SAM) en el contexto de las modificaciones normativas y las medidas comerciales impuestas por Estados Unidos.
Durante el webinar “Sistema Aduanero Mexicano”, destacó que el SAM se rige por reglas generales de comercio exterior (RGCE) y no por la propia Ley Aduanera, lo que ha generado más de 102 modificaciones a las normas en los últimos años.
Estos cambios han provocado incertidumbre en la operación aduanera y en el cumplimiento normativo de las empresas dedicadas al comercio exterior.
ANAM, SAT y fiscalización
Uno de los puntos abordados fue la división entre la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que ha provocado que las reglas de operación aduanera estén bajo el control fiscalizador del SAT.
Aunado a ello, la fiscalización ha incrementado, afectando a importadores, exportadores y agentes aduanales, quienes enfrentan sanciones por errores en documentación y cumplimiento normativo.
A su vez, destacó que las reglas han sido utilizadas para incrementar la recaudación, aplicando multas elevadas y embargos precautorios en mercancías de importación temporal.
Impacto de aranceles en el SAM
Reyes Díaz-Leal hizo referencia a los efectos de los aranceles del gobierno de Estados Unidos a importaciones de México y Canadá, los cuales podrían impactar la operación del SAM debido a la necesidad de gestionar nuevas tarifas y restricciones.
Se anticipa un aumento en la carga administrativa para las empresas, así como una posible reducción en la inversión extranjera en sectores clave como el manufacturero y el agrícola, que dependen en gran medida del comercio con Estados Unidos.
Panorama en comercio exterior
En cuanto a los cambios en el comercio exterior, Reyes Díaz-Leal destacó la tendencia de las autoridades a utilizar medidas de control para incrementar la recaudación, lo que afecta la certidumbre operativa de las empresas.
Explicó que el sistema de fiscalización a posteriori ha generado un entorno de incertidumbre en el cumplimiento normativo, con revisiones aduaneras más rigurosas y sanciones aplicadas de manera diferenciada según la aduana de ingreso.
Además, las modificaciones en los permisos y regulaciones han generado complicaciones adicionales, como la exigencia de nuevos trámites para la importación de mercancías sensibles.
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¿Qué hacer?
Para hacer frente a estos desafíos, el experto compartió una serie de recomendaciones para las empresas que operan en el comercio exterior:
Conocer en profundidad la normativa aduanera: es fundamental que las empresas se mantengan actualizadas sobre las RGCE y los cambios en la regulación para evitar sanciones y mejorar su cumplimiento normativo.
Colaborar con actores clave del comercio exterior: trabajar de manera estrecha con agentes aduanales, transportistas y asesores legales puede ayudar a fortalecer el cumplimiento normativo y optimizar la operación logística.
Implementar tecnología y automatización en los procesos: la digitalización de documentos y la integración de sistemas automatizados facilita el cumplimiento de las normativas y reduce los riesgos operativos.
Desarrollar estrategias de mitigación de riesgos: evaluar posibles escenarios ante cambios regulatorios o medidas comerciales internacionales permitirá a las empresas anticiparse y reducir impactos negativos en sus operaciones.
Presentar medios de defensa ante acciones de la autoridad: en caso de enfrentar sanciones o procedimientos administrativos, es recomendable interponer recursos legales que permitan impugnar medidas que puedan considerarse improcedentes o desproporcionadas.
El socio director de GBI Trade & Law mencionó que los retos del SAM incluyen la digitalización completa de los procesos, la modernización de la infraestructura, la mejora en la gestión del riesgo y la facilitación de operaciones.
El panorama del sistema aduanero refleja la necesidad de que las empresas adapten sus estrategias a un entorno en constante evolución. La fiscalización, los cambios normativos y las medidas comerciales internacionales exigen una actualización permanente y una gestión eficiente de los riesgos.
Con herramientas como la capacitación especializada y el acceso a información confiable, las empresas podrán mantener la competitividad y asegurar el cumplimiento normativo en un mercado global cada vez más exigente.